Saturday, August 12, 2006

It's a beautiful morning (Es una mañana hermosa)


What’s not to love about this? Sitting in the morning sun, with The New York Times, Peet’s coffee, absorbing the loving messages that sometimes arrive from those I love, and who love me back.

There is also the sweet softness of my tiny companion, watching a Mickey Mouse cartoon while I write this. Every now and then Mickey and his friends seem to break into some sort of dance. When this happens, she pops up, marching in place, twirling around, shaking her booty…if I snapped her picture it might make her self-conscious.

In the wake of a painful loss, we sometimes become dangerously self-absorbed, even selfish. It can suddenly be hard to see beyond our shadows. This is becoming a vast nation of single people, more living alone than in couples or families.

Many times, in this blog, I fear I’ve become overly self-absorbed, but I hope that is only a stage. My wish is to transform myself and my writing into that of a person more engaged in giving back whatever I can to those who have accompanied me on this journey by reading my words, and sometimes reflecting them back to me.

In the rest of the world, many cluster as extended families in large compounds, where the rhythms of life operate in a continue cycle of birth, death, and new birth. The sounds of children laughing are complimented by the lower voices of old women gossiping as they prepare the food.

My house has been a bit like that this summer, with so many people coming and going, courtesy of my own large extended family. The other night, I asked my new neighbor whether all the chaos here has bothered her at all. She said no, she’s enjoyed it actually, and explained to me she has recently returned from a long stay in Third World villages, where people were flabbergasted that she had no husband, no children, not even a companion with her. They imagined she must be sad.

She wasn’t.

I’ve been considering why it is that so many of us live alone now, much of our lives. Is it because we have to, or we want to, or because we can? At the same time, we spend a lot of effort trying to connect, too.

My sweet J, down in Biloxi, chose to be alone, as opposed to staying here with me. But she doesn’t live alone. She’s in a large communal space with more than a hundred other volunteers, with few chances for privacy. The sweet oppressiveness of male sweat hangs in the air, from all the young men working there to help rebuild the Gulf Coast.

She’s a very independent woman in her 40s, among all of these 20-somethings. Maybe she’s sort of adopted them as the children she has never had. (She’d kick me for saying that.) If so, I hope they listen to her.

Because what is going on with these volunteers is not, in the immediate instance, about the Self. It’s about giving support to people whose lives have been devastated. Mass depression is such that is was not an isolated incident this week when a New Orleans photographer was stopped police for erratic driving and then begged police to shoot him, and put him out of his misery.

Young volunteers get confused, however, by MTV coverage that makes their time there appear to be Spring Break Plus. There’s a time and a place to party, and a way to party, but right now, along the Gulf Coast, partying is not a reason for being there. It’s not the time to get drunk, sneak off to the Water Tower, adding your trash to an already thoroughly trashed community.

The irony for these volunteers is, in the end, it will change them, hopefully in profound ways, to have devoted even a small amount of their time to others in need.

The nature of parties in the U.S. all too often is a celebration of nihilism, devoid of meaning. Possibly in response, many of us have learned all too well to have a party of one, behind locked doors, isolated but momentarily happy that way.

There’s another kind of party. It happens after we’ve engaged in our communities, helped in all the ways we can, and connect with a new awareness of how interdependent we all actually are. We are not islands but bridges. Those parties can be the best ones of all.

***

¿Cuál no es amar sobre esto? Sentándose en el sol de la mañana, con los tiempos de Nueva York, café de Peet, absorbiendo los mensajes cariñosos que llegan a veces de ésos amor de I, y que me aman detrás.

Hay también la suavidad dulce de mi compañero minúsculo, mirando una historieta del ratón de Mickey mientras que escribo esto. Cada ahora y entonces Mickey y sus amigos se parecen romperse en una cierta clase de danza. Cuando sucede esto, ella hace estallar para arriba, marchando en el lugar, girando alrededor, sacudariendo su booty… si encajé a presión su cuadro que puede ser que la haga tímida.

Como consecuencia de una pérdida dolorosa, hacemos a veces peligroso de auto-absorción, incluso egoísta. Puede repentinamente ser duro ver más allá de nuestras sombras. Ésta se está convirtiendo en una nación extensa de la sola gente, de más vida solamente que en pares o de familias.

Muchas veces, en este blog, temo que haya hecho excesivamente de auto-absorción, pero espero que es solamente una etapa. Mi deseo es transformarse y mi escritura en la de una persona contratada más a dar detrás lo que yo poder a los que me han acompañado en este viaje leyendo mis palabras, y a veces reflejándolas de nuevo a mí.

En el resto del mundo, muchos arraciman como familias extendidas en los compuestos grandes, donde los ritmos de la vida funcionan en un ciclo de la continuación del nacimiento, de la muerte, y del nuevo nacimiento. Los sonidos de reír de los niños son felicitados por las voces más bajas de las viejas mujeres que chismean mientras que preparan el alimento.

Mi casa ha sido un pedacito como ese este verano, con tan mucha gente que venía y yendo, cortesía de mi propia familia extendida grande. La otra noche, pregunté a mi nuevo vecino si todo el caos aquí la ha incomodado en todos. Ella no dicho, ella ha gozado de él realmente, y explicado a mí ella ha vuelto recientemente de una estancia larga en aldeas del tercer mundo, donde estaba la gente flabbergasted que ella no tenía ningún marido, ningunos niños, para no igualar a un compañero con ella. Se imaginaban que ella debe ser triste.

Ella no era.

He estado considerando porqué es que tan muchos de nosotros solo vivo ahora, mucha de nuestras vidas. ¿Es porque nosotros tienen que, o deseamos a, o porque podemos? Al mismo tiempo, pasamos los muchos de esfuerzo que intentan conectar, también.

Mi J dulce, abajo en Biloxi, eligió estar solo, en comparación con permanecer aquí con mí. Pero ella no vive solamente. Ella está en un espacio comunal grande con más que cientos otros voluntarios, con pocas ocasiones para la aislamiento. La opresión dulce del sudor del varón cuelga en el aire, de todos los hombres jóvenes que trabajan allí para ayudar a reconstruir la costa del golfo.

Ella es una mujer muy independiente en su 40s, entre todos estos 20 somethings. Ella es quizá clase de adoptado os como los niños que ella nunca ha tenido. (Ella me golpearía con el pie para decir eso.) si es así espero escuchan ella.

Porque qué se está encendiendo con estos voluntarios no está, en el caso inmediato, sobre el uno mismo. Está sobre dar la ayuda a la gente que se han devastado vidas. La depresión total es tal que no estaba es un incidente aislado esta semana cuando un fotógrafo de New Orleans era policía parado para conducir errático y policía entonces pedido para tirarte, y ponerlo de su miseria.

Los voluntarios jóvenes consiguen confusos, sin embargo, por la cobertura de MTV más la cual hace que su tiempo allí aparece ser rotura del resorte. Hay una época y un lugar al partido, y una manera al partido, pero ahora, a lo largo de la costa del golfo, el partying no es una razón de estar allí. No es la época de bajar borracho, chivato a la torre del agua, agregando tu basura a trashed ya a fondo a comunidad.

La ironía para éstos se ofrece voluntariamente es, en el extremo, él los cambiará, esperanzadamente de maneras profundas, para haber dedicado incluso una cantidad pequeña de su tiempo a otras en necesidad.

La naturaleza de partidos en los E.E.U.U. toda es demasiado a menudo una celebración del nihilism, desprovista del significado. Posiblemente en respuesta, muchos de nosotros han aprendido todos demasiado bien para tener un partido de uno, detrás de las puertas bloqueadas, aisladas pero momentáneamente felices esa manera.

Hay otra clase de partido. Sucede después de que hayamos enganchado a nuestras comunidades, ayudadas de todas las maneras nos poder, y conectemos con un nuevo conocimiento de cómo es interdependiente todos estamos realmente. Somos no islas sino puentes. Esos partidos pueden ser los mejores de todos.

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